Los Reyes del Off: David Tortosa y Juan Caballero

Los Reyes del Off: David Tortosa y Juan Caballero

Hace ya unos años que Madrid vivió una explosión de aire fresco en el panorama teatral que pronto se ha extendido a otras ciudades. A este fenómeno se le conoció como “Teatro Off”. Nuevas salas de teatro independiente nacieron y con ellas un buen ramillete de obras que cosecharon gran éxito de crítica y público hasta el punto de trasladarse a algunos de los teatros míticos de la capital o hacer largas giras. David Tortosa y Juan Caballero han participado en varias de esas obras. Son grandes amigos y actores de raza. Yo los llamo “Los reyes del Off” y con ellos voy a hablar hoy de este fenómeno en un lugar al que le tengo un cariño muy especial, la Sala Tú (C/Velarde 15).

 

Ángel Caballero: Sólo los que hemos hecho funciones en salas alternativas sabemos el esfuerzo que supone sacar adelante un proyecto de estas características: montar y desmontar cada día el decorado, ensayos no remunerados, poca promoción, salarios irrisorios…  ¿Merece la pena?

David Tortosa: Yo creo que si tú te metes en un proyecto que tiene algo que te apasiona, haya mucho o poco dinero, te merece la pena porque, al final, es un poco todos a una. El concepto de equipo o familia se hace muy fuerte en proyectos de este tipo. En las grandes producciones, hay mucha gente detrás, desde técnicos hasta vestuario, mientras que en una producción más pequeña es, casi, una familia. Ahora bien, si por lo que sea ese proyecto no te interesa o no te convence y dices que sí, es un salto al vacío.

Ángel: Es que en muchas ocasiones también aceptamos hacer trabajos que no nos terminan de gustar por esa necesidad constante que tenemos los actores por actuar.

Juan Caballero: Eso es cierto. Siempre tenemos que estar haciendo cosas… Para mí, lo interesante que está pasando en este momento en el mundo del Off es que hay cosas muy potentes. Vivimos una época en la que los proyectos alternativos que se están generando son muy interesantes, hasta el punto de que los programadores de los grandes teatros vienen a ver estas funciones para llevarlas a sus espacios. Son ya muchos los teatros que están creando su Off y si algo bueno tienen las crisis es que hace que aflore la creatividad y las ganas de hacer y salir adelante. Entonces nacen proyectos que realmente valen la pena; que se llevan a cabo no desde el dinero, sino desde las ganas.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-4

 

 

Ángel: Me consta que habéis dicho que no a algunos proyectos Off. ¿Es una decisión difícil de tomar o, por el contrario, lo teníais claro desde un primer momento?

Juan: Es que, por la trayectoria o por el camino que hemos llevado, yo, dentro del abanico del Off, sí que tengo la suerte de poder decidir. Es cierto que hay cosas a las que he dicho que no, pero también pienso que ahora hay tantas salas nuevas y tanta oferta que no sé si hay tanto público real, ya que no podemos vivir sólo de ver a los compañeros. Al final, siempre tienes que dar una calidad al público. En estos casos, además, acabas haciendo de productor, distribuidor, publicista… y eso es un desgaste, así que si no estás seguro de poder dar el cien por cien, mejor no hacerlo. Hay veces que ya estás en una función cuando te ofrecen otra y puede, aunque sea duro, que te interese compaginarlas. Pero si pasa, como hablábamos antes, que no lo ves claro…

Ángel: Si, hay muchos compañeros que compaginan varias funciones, algo que se hacía en las compañías de antaño y que empieza a ser muy común en este circuito. ¿Creéis que simultanear varias obras puede hacer que se resienta la calidad de alguna de ellas?

David: No. Eso depende mucho de cómo te organices. Si tú ves que por fechas y por otros compromisos lo puedes llevar a cabo, se hace sin problema. Yo he estado haciendo a la vez Un balcón con vistas y Excítame y ninguna ha perjudicado a la otra. Es más, ocurre todo lo contrario, porque si al público que ha ido a ver una le ha gustado tu trabajo es muy probable que vayan a verte a la otra. Así que un proyecto acaba ayudando al otro.

Juan: Lo que sí creo que se puede resentir un poco es el momento vital. No tienes tiempo para nada, no puedes ir a ver otros trabajos como espectador… y al final pasan los meses y has sido incapaz de quedar para algo tan simple como tomar un café con un amigo, como nos ha pasado a nosotros hoy que ha sido muy difícil cuadrar las agendas de los tres para hacer este reportaje.

David: Juan tiene toda razón. Al final, tu vida personal se resiente mucho más que lo que haces en escena. Pero, incluso, a nivel físico… Yo la semana pasada tenía anginas, pero tiras adelante, vas al teatro y sacas la función. Pero cuando llegas a casa después, estás muerto.

Juan: También hay mucha gente que se equivoca cuando vienen y te dicen: “Qué bien te va, estás en no sé cuántas cosas a la vez…” Pero es que, a lo mejor, si yo estuviera en otro tipo de proyecto más comercial y con otro sueldo, no tendría que estar haciendo tres cosas a la vez. Y es que también es difícil que te programen varios días seguidos en este circuito… y yo, haciendo una función un día por semana, no puedo llegar a fin de mes.

Ángel: ¿Habéis llegado a ir a un teatro a trabajar y, al llegar, os habéis dado cuenta de que os habéis equivocado de día, de obra y de personaje?

David: Sí, cuando hacía doblete en Más de cien mentiras, el musical con las canciones de Sabina. Muchas veces me tocaba hacer un personaje por la tarde y otro distinto por la noche, y tenía que pensar muy bien las cosas, porque, si no, podía entrar en caos perfectamente. Era muy fácil que te pasaran cosas como salir a escena en un momento que no te corresponde, porque así lo habías hecho en la función de la tarde…

Juan: A mí lo más parecido que me ha pasado a eso era cuando salía de Silenciados y me iba corriendo por la calle para llegar a hacer The rocky horror picture show. Yo llegaba cuando la función ya había empezado, pero, por suerte, mi personaje no entraba hasta que pasaban unos veinte minutos. Así que me maquillaba corriendo y salía de un salto a escena. Pero a mí esto me parece muy interesante, porque ese punto de energía arriba ya lo tienes, y hay muchas técnicas de interpretación que parten de ese cansancio que te hace estar más alerta.

Ángel: Y siempre con esa extraña sensación que se produce en los dobletes y, sobre todo, en Microteatro, de “Pero si esto lo acabo de decir…”.

David: Bueno, es que el Microteatro ya es otro mundo. Son tantos pases que puedes entrar en modo bucle sin darte cuenta. La idea es estar todo el tiempo con tu compañero y que todo esté ocurriendo momento a momento con la mayor verdad posible, pero es que cuando te haces seis pases en una tarde con una separación entre ellos de cinco minutos… es complicado.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-8

 

 

Ángel: Pero bueno, para esos momentos también está el oficio y la técnica…

Juan: Y muchas veces te sientes un poco peor porque piensas que estás tirando de técnica y que no ha salido todo lo bien que te gustaría; y luego descubres que los que lo han visto no se han dado ni cuenta. Y el día que te sientes súper metido en tu papel y conectado con tu compañero, después te dicen: “Bueno, has estado mejor otras veces…” (Risas)

Ángel: A veces, también somos demasiado exigentes con nosotros mismos y con nuestro trabajo.

Juan: Insatisfechos, muy inconformistas y perfeccionistas. (Risas)

David: Aunque, después de un tiempo haciendo una función, cuando sales a escena ya sabes que hay un trabajo hecho y confías más, porque sabes que hay una base que ya funciona y que depende de ti que brille. Eso por un lado tranquiliza, porque estás seguro de que al público le va a llegar lo que estás contando; pero por otro lado, como actor, es muy duro saber que ese día no estás al cien por cien. Y eres incapaz de permitirte estar en ese mínimo, porque tienes que estar por encima de eso.

Juan: Es que no todo vale. Y siempre tienes que tratar de dar un poco más que el día anterior.

Ángel: Imagino que nunca soñabais llegar tan lejos con algunos de los proyectos en los que habéis estado. Por ejemplo, Juan, tú te has recorrido medio mundo con la función Silenciados.

Juan: Para nada, porque son trabajos que empiezan trayendo objetos de tu casa para atrezar el decorado y utilizando tu propia ropa como vestuario. Pero es que yo creo que las cosas que salen bien son porque hay un amor y una pasión puestas detrás. Nosotros con Silenciados empezamos en una sala de veinte espectadores y era un proyecto creado para dos días, y llevamos siete años. Pues imagínate cuando pasas de ahí a actuar en un país como Méjico, delante de mil espectadores. Es una satisfacción tan grande, a nivel profesional y personal, que hace que todo lo demás merezca la pena.

David: Yo recuerdo cuando empezamos en Azarte, que es una sala pequeñita, con Un balcón con vistas, que, en las primeras reuniones, decíamos: “cómo nos gustaría poder hacer esta función en la sala principal del Teatro Lara”. Y, al final, fue pasando el tiempo y lo conseguimos, y hasta hacer una pequeña gira. Y todo esto salió de un día tomando una caña con cuatro colegas que querían montar una comedia y con un guión de Laura Molpeceres. Es muy bonito ver cómo un proyecto va creciendo.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-9

 

 

Ángel: ¿David, qué se siente cuando pasas, en muy pocos meses, de una sala alternativa a protagonizar un musical en la Gran Vía?

David: Es un subidón enorme. Estás en un espacio maravilloso, pero no demasiado grande, como el que era Garaje Lumière y pasas, de repente, a ver un Teatro Rialto lleno y tú subido en el escenario… impresiona. Y es inevitable pensar en toda la gente que ha pasado por ese teatro… Impone, da un poco de vértigo, pero es un subidón maravilloso. Tú, como actor, cuanta más gente venga a verte al teatro, mejor. Hay días en los que te dicen: “Hoy estamos flojos de público…” y eso te da un poco de bajón, pero sales ahí como si nada. Yo he llegado a hacer funciones para tres personas y fue un día maravilloso en que todo salió genial. Fue todo muy emocionante; y luego estuvimos hablando con esas personas y nos contaron qué les había parecido. Es curioso cómo una función con tres personas, en comparación a un teatro lleno, puede ser tan diferente y, al mismo, tiempo igual de emocionante e interesante.

Juan: Es que hemos elegido una profesión que se basa en comunicar con otras personas a través de emociones y sentimientos. Por eso, a mí también me parecen muy interesantes los micros, las propuestas de tú a tú. En el fondo no dejan de ser pequeños retos. Tienes que llegar igual a mil espectadores que a tres y tienes que estar al cien por cien en ambos casos.

Ángel: ¿En alguna ocasión habéis competido por un mismo papel?

Juan: A David y a mí nos pasan cosas muy curiosas, porque lo llamo y le digo: “Tío, estoy opcionado para esto…” y me responde: “Ah, pues a mí también me han llamado”. (Risas) Sí, nos ha pasado. (Risas) De hecho, en un corto había dos directores y a uno le gustaba uno y al otro, el otro.

Ángel: ¿Quién lo hizo al final?

Juan: Lo hizo David.

David: Pero por una cuestión del otro actor que tenía que hacer de mi hermano, que pensaron que casaba más conmigo.

Ángel: Bueno, y a mí me llamaron para una hacer una prueba para la que habían rechazado a David y yo lo llamé a él, sin saber esto, para que me ayudara a prepararla.

Juan: ¿Y te lo dieron?

Ángel: ¡Qué va! No nos cogieron a ninguno. (Risas) ¿También os habéis ayudado entre vosotros a preparar pruebas juntos?

David: Sí, varias veces. Recuerdo alguna para un proyecto en audiovisual…

Juan: Yo, últimamente, me repito siempre: “Vamos a alegrarnos de las cosas que nos pasen y de las que les pasen a nuestros amigos”. Los tres somos compañeros y amigos y si a alguno le sucede algo bueno hay que alegrarse. Además, que también pienso que si algo no está para ti es porque no tendría que ser. Claro que me gustaría que me ocurriesen cosas que les suceden a otros compañeros, pero es que eso de que no le pase a él para que me ocurra a mí… creo que no lleva a ningún lado. Evidentemente, si hay un papel que puedo hacer yo, quiero que sea para mí, pero si no puede ser así prefiero que lo hagas tú que eres mi amigo. Cada uno tiene su propio camino…

David: Yo pienso igual. Pero estas cosas me suceden mucho más con el mundo audiovisual, porque es un circuito en el que no termino de entrar. Yo creo que a Juan y a mí las puertas del trabajo se nos han abierto mucho más en teatro y, de hecho, todos los reconocimientos y lo que estamos proyectando son por proyectos de teatro. Y sé que los dos tenemos nuestra espinita clavada con el cine y la televisión, porque nos gusta la cámara y nos gustaría estar ahí para poder llegar a más gente.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-11

 

 

Ángel: ¿Por qué creéis que lo tenéis más complicado en este sector? ¿Somos muchos actores? ¿No se os convoca a pruebas de este tipo…?

David: No lo sé. Hay tantos condicionantes…

Ángel: Uy, no os queréis mojar…

Juan: Es verdad. Yo tampoco lo sé.

David: A mí me gustaría saber la fórmula. Querría saber por qué… Tú vas a una prueba y puedes salir muy contento de ella, pero es que que la hagas bien no significa nada. Es que son muchas personas las que opinan, no puedes gustar a todos y hay tantas decisiones que tú no puedes controlar y que no tienen nada que ver contigo, ni con tu trabajo… Yo, al final, opto por no comerme la cabeza. Voy, hago mi prueba e intento no pensarlo más. A mí me hace mucha gracia ese famoso “¿Por qué yo no?”, porque tú lo piensas, pero hay alguien que lo repite más todavía: tu madre. (Risas)

Juan: ¡Es verdad! Mi madre lo dice muchísimo… (Risas) “Ay, hijo, con la de gente que hay…” o ven alguna serie y te llama y te dice: “¿Y a ti no te han llamado para esto?”.

 

 

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-12

Ángel: Ay, las madres… Sin ellas pretenderlo, nos crean ese punto de ansiedad. Como si nosotros tuviéramos esa llave que abre todas las puertas…

David: Yo, por ejemplo, recuerdo ir con ella a una boda en la que también estaba Amenábar. Y mi madre se acercó a él y le dijo: “Mi hijo es actor…”. Yo me quería morir. (Risas) Él se reía y me decía: “No te preocupes. Lo entiendo perfectamente y que haga esto me parece maravilloso”. Y sí, muy bien… pero yo me moría de la vergüenza. (Risas) Las madres son así…

Juan: Claro, ellas siempre desean lo mejor para nosotros.

David: A mí me parece muy tierna esa llamada de “¡Qué alegría! Te han visto tus tías en un anuncio y qué contentas se han puesto.” Y sales diez segundos… El día que haga una serie o tenga algo un poquito más grande… (Risas) Hay un punto de que te apetece mucho más llegar a ese mercado audiovisual, pero más por ellas que por ti. A mí me encantaría que ocurriera esto, pero más por mi familia. Reconozco que esa parte afectiva me tira mucho.

Juan: Es como la típica persona que te habla entusiasmada cuando le dices que eres actor y te pregunta: ¿Y dónde has salido? Y cuando le respondes: “Bueno, yo es que he hecho más teatro…” notas que, de repente, dejas de interesarle.

Ángel: ¿Creéis que esta profesión es lo que os vendían cuando decíais que queríais ser actores?

David: Yo no vine de Granada pensando que era así. De hecho, vine muy subidito, porque allí lo hacía todo. Me cogían en todos los lados y llegué con una seguridad que luego, cuando me di cuenta de lo que era la realidad, ves que no es tan fácil como te pensabas. Yo ya me veía en Al salir de clase, haciendo cine y en muchos sitios. Nada más llegar hice una de mis primeras pruebas, precisamente para Al salir de clase, y me dijeron que ya era mayor para esa serie. Y, de repente, todo lo que tú visualizabas y veías muy claro en tu cabeza se desmorona. Tienes que aceptar que no encajas ahí y no te puedes empeñar porque no sirve para nada, así que tienes que buscar otros caminos. También se fueron muchas ideas que yo tenía cuando entré aquí en una escuela de interpretación, aunque, al mismo tiempo, me dio un bagaje con el que no venía. Me enseñó a ver las cosas de otra manera y eso te cambia la perspectiva de todo.

Juan: Llegas aquí pensando que todo va a ser mucho más fácil y luego ves que no. Pero a mí me enseñó también a ver la vida con más paciencia. A aceptar que las cosas llevan su tiempo y su proceso. Hay gente que ha venido a Madrid y al mes ya estaba en una serie, pero la suerte no es igual para todo el mundo. En aquel momento, para mí, la clave del éxito era salir en la tele. Ahora es poder estar haciendo lo que me gusta.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-10

 

 

Ángel: Un actor nunca deja de aprender y siempre hay que seguir formándose. De hecho, Juan y yo nos conocimos en la Central de cine, durante un curso con Macarena Pombo, una de las personas que más sabían de cómo funciona por dentro un actor.

Juan: Es cierto. Hicimos más cursos allí y hace poco David y yo hemos hecho otro con Pablo Messiez, que, al igual que era Macarena, es todo amor por el teatro y por el actor. Además de una persona maravillosa. Pero no solo te puedes formar en las escuelas, también se aprende mucho yendo a ver trabajar a otros compañeros, porque, al final, nos nutrimos unos de otros. Es interesante ver lo que se cuece y lo que se hace. Se aprende de todo.

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-5

 

 

carlosdafonte-algopasacom-teatro-off-6

Ángel: Para despedirnos, me gustaría que me contarais qué proyectos tenéis a la vista.

David: Yo estaré todos los martes en el Pequeño Teatro Gran Vía con Un balcón con vistas, y el 24 de enero comenzamos la gira de Excítame en el Teatro Zorrilla de Valladolid. Además, estoy preparando un monólogo de Fernando J. López, el autor de la función Cuando fuimos dos, que dirige Rodrigo Chiclana y se titula Tour de Force.

Juan: Pues yo volveré en breve con Yernos que aman, que ya estrenamos en La Pensión de las pulgas, y con Los 900 días, con la que ya hemos hecho algunos bolos fuera de Madrid. Y en marzo estaré, de nuevo, en la Sala DT con Silenciados.

Ángel: Pues ya que estamos, aprovecho para invitaros a venir a Microteatro Por Dinero, donde estaré junto a Nacho Guerreros todos los jueves y viernes de febrero hasta el 6 de marzo con la función No te arrepentirás. Gracias, David. Gracias, Juan. Hacía mucho que me apetecía teneros en AlgoPasaCom y hacer este reportaje. Gracias por ayudarme a convertirlo en algo verdaderamente especial.

 

TEXTO: ÁNGEL CABALLERO

FOTOGRAFÍA: CARLOS DAFONTE

AGRADECIMIENTOS: SALA TÚ, BORJA VERA y DAVID SÁNCHEZ.

¡NO TE PIERDAS el próximo JUEVES 22 de ENERO AlgoPasaCom… DIANA PALAZÓN!

 

 

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>